La casa familiar, esta casi detrás de la estación del norte en Santullano. Para ser casi exactos, la estación está entre la casa familiar y el almacén de vinos de los Orejas. Entre las casas y la estación pasa la antigua carretera nacional y que fue trasladada al otro lado del río. Esto trajo consigo una menor actividad en esa zona, que ya había mermado mucho cuando algunos de los trenes dejaron de hacer paradas. Creo que uno de los motivos fue que en Ujo había que enganchar otra locomotora para subir el famoso y temido Puerto de Pajares. Estoy hablando de lo que oi de la época del vapor. También la marcha de los moros y luego de los militares se notó, aunque muchos se consideraron más tranquilos.
Recuerdo el bar al que iba cuando estaba alli ,un lugar con mucha vida, eran los tiempos en que en la explanada frente a los almacenes se apilaba la madera para las minas, los grandes toneles de vino que alguien me dijo alguna vez llegaban de León para la vinatería, cajas de madera con mercancía en las que estaban clavados los carteles con los destinos , vagones de carbón, locomotoras de vapor, un monton de empleados en la estación y el continuo ir y venir de la gente, los azulejos que a mi en aquel entonces me parecian moriscos, los paseos por el andén hasta el paso a nivel para cruzar luego el puente, el cambio de agujas… Había un pasadizo o túnel bajo el andén de la estación que conducía al río. No sé cuál era su cometido, un niño jamás se hace esas preguntas y se limita a dejar volar su imaginación.Quien sabe si por ese pasadizo alguna doncella huia de su malvado pretendiente, si el Caballero iba a alguna cueva a traves de ese pasadizo para cazar al dragón…………La imaginación es un arma muy poderosa.
No son muchos los recuerdos, tampoco puede ser de otra forma, hay que tener en cuenta que solamente durante el verano estaba unos días; las vacaciones las repartía con la familia de mi madre en Luarca. Pero me acuerdo de cuando íbamos andando con mis abuelos a las fiestas de Ujo, a misa a Figaredo, a San Juan en Mieres, a Cuna donde tenía unas fincas que le quedaron de su padre y que acabó vendiendo por que le cambiaban los finsos. Recuerdo cuando subíamos a los cuarteles y las peras, manzanas y ciruelas que comíamos aunque estuvieran verdes. Ahora no sé siquiera por donde se va.Todos esos recuerdos de pequeñas gamberradas en las que nos sentiamos valientes por hacerlas han desaparecido como suele pasar con muchos recuerdos de la niñez.
La casa familiar era grande, lógicamente mucho mayor entonces por eso de la edad. Tenía un toital de seis habitaciones y había un total de nueve camas entre el primer piso y las dos habitaciones abuhardilladas junto al desván, una escalera interior de madera con un olor maravilloso ,que por la noche crujía pareciendo tener vida, el bar, la cocina, el baño y la cuadra abajo. El baño tenía una bañera enorme de esas que están sobre 4 patas , los azulejos eran de un precioso color negro, la cocina de carbón con un depósito para el agua caliente. En el frente había dos puertas, la cocina ,dos pequeñas habitaciones donde solían estar dos tías solteronas y el comedor, también había una puerta a un corredor que daba al oeste donde había un pequeño aseo. El desván “a teya vana”, cajones de madera con comestibles; latas, aceite, jabón, sacos de arroz, garbanzos o lentejas. Un precioso bureau con cajones ocultos; un enorme revolver más antiguo que la Tarara, lamparas de mina; un “candil de sapu”, uno de carburo y una de seguridad, todo desapareció cuando la familia se fue a vivir a Mieres..
Desde hace años la estación está sucia y pintarrajeada,(como otras muchas estaciones con la reforma o supresión de las lineas ferroviarias,y esos maravillosos azulejos moriscos desaparecieron.El “progreso” también trajo que hicieran una pasarela horrible y eliminaron uno de los ojos de aquel hermoso puente que tantas veces cruzaba con mi familia para reunirme con mis primos y los amigos de todos los veranos.
En la casa familiar han trocado los balcones por ventanas, la casa entera se ve pequeña y el bar sigue existiendo aunque cambió de nombre y de propietarios.Ha sido reformado y ahora parece pequeño aunque la verdad se sigue comiendo de maravilla y el ambiente es muy agradable como siempre que vuelvo por mi tierra.
Que bueno sería que alguien refrescara mis recuerdos para ver si estoy equivocado, son demasiados años y la nostalgia, grande, quizá lo deforme todo.Recuerdos de infancia que entre realidad y la demencia que algunas veces ataca a los mayores puede ser que todo esto solo sea un sueño , un recuerdo de otra vida.
Relato modificado de un blog .Dedicado a alguien que vive y siempre ha vivido en esa tierra y en ese pueblo y que seguramente le traerá buenos recuerdos.Dedicado a Nuria Ripoll
3 Comments on “Recuerdos de infancia en Santullano (Asturias)”
El bar del que hablas lo regentó mi bisabuela, Consuelo, madre de mi abuelo Alfredo, no sé hasta que año lo tuvo, pero sé que en los años 60 emigró a Bélgica
Espero que te haya gustado la entrada y gracias por el apunte.
Te olvidas de la hoguera de San Juan enfrente del bar de mi abuela Consuelo donde tomábamos churros con chocolate y luego íbamos a robar manzanas
Y los veranos cuando íbamos a la yerba
O cuando pasábamos corriendo a todo tren por la fuente de les xianes donde decíase que había doncellas encantadas…..