Los putos también existimos

GilgameshPensamientos5 Comments

Bueno, como siempre, no sé cómo empezar a escribir y si este escrito tendrá o no demasiada visibilidad o será entendido por la gente pero, la verdad: haré como siempre y dejaré que mis manos se deslicen solas por el teclado sacando las ideas de mi cabeza.

Es algo complicado plasmar en un escrito una parte de ti, de tu vida: un aspecto que tienes totalmente integrado pero te vas dando cuenta ya no sólo de que la gente no lo tiene integrado, sino que no lo tienen asimilado y es mas ni siquiera se lo han planteado.

Ante todo, presentarme: ,me llamo Lucas y tengo 48 años. “¿De que se trata?” -os estaréis preguntando, ¿verdad?-. La respuesta es muy clara . Los putos (chaperos, gigolós… o el término que queráis usar cada uno) también existimos. Increíble (¡oh si!, no hace falta llevarse las manos a la cabeza). Formamos parte del Colectivo de Trabajadorxs del Sexo desde la antigüedad (otra sorpresa para algunes, ¿no?). ya que las llamadas civilizaciones clásicas como Grecia y Roma ya contaban con putas de ambos sexos (incluidos travestís y transexuales) para satisfacer a cualquier orientación sexual.

Es increíble que en pleno S.XXI haya que hablar de nuestra existencia, que seamos unos totales desconocidos y que en los medios de comunicación, redes sociales, y en muchísimos casos en los que se habla de prostitución en público o en privado solo se mencione a la prostitución femenina obviando por completo (salvo excepciones en las que sí se nos incluye) el colectivo masculino -que no es pequeño- de trabajadores sexuales independientemente del nombre que le demos.

¿Porqué lo sé también hablo en primera persona? Bueno: es fácil de responder. Yo soy puto desde hace ya muchos años,empecé con poco mas de 20 años y ya me acerco a los 50, y estoy orgulloso de serlo. No lo hago obligado por nadie . Es más: me gusta mi trabajo (si: ése que no está bien visto por la sociedad ni en el que puedo estar dado de alta como asalariado) y no estoy diciendo que sea un trabajo fácil, que no lo es desde luego.

Pero es y ha sido un trabajo que me ha permitido sacar dinero para pagar facturas (que esas no preguntan de dónde sale el dinero, y poderme permitir algún que otro capricho, evidentemente.

No fue fácil empezar para mí, quizás por la educación recibida basada en una moral judeocristiana ,marcada mucho en los años a los que me estoy refiriendo, a principios de los 90, pero si algo me planteé, desde luego, es que con mi cuerpo podía hacer lo que quisiera sin perjudicar a nadie (ni a mí mismo) y que era un medio sin cometer ningún delito para poder sacar dinero que me permitiera poder pagar facturas y poder vivir y no solo vivir para trabajar sino también poder tener vida y poder ( a los veintipocos años ), mantener un estilo de vida sin sangrar a mis padres y disfrutar de mi juventud (la situación en casa no era para estar sangrando a la familia) . Por supuesto que no todos los clientes son buenos y te lo pasas como te gustaría, pero poder sacar
dinero teniendo sexo- ¡que carajos!- me daba buenos subidones. El que piense que es un trabajo fácil y que se lo plantee -como lo hago yo- por necesidad porque no me queda otra, está en un error. Realmente, como para todos los trabajos, hace falta valer para ello y, sobre todo, olvidar los prejuicios que, si la gente se entera, va a tener contra ti y la factura que te puede pasar socialmente.

Durante estos años he hecho muchas amistades de ambos sexos y me he encontrado con autentic@s canallas, aunque no más que en otras profesiones, y puedo decir con mucho orgullo que he encontrado más apoyo y ayuda en el colectivo de trabajadorxs del sexo que en los otros trabajos a los que me dedico o he dedicado. He compaginado de siempre dos trabajos: el bien visto socialmente y por el que cotizo y el de trabajador del sexo -que, insisto, de momento no puede uno darse de alta más que como autónomo y parece que va para largo el tema de la regularización y más, en tanto en cuanto los putos parecemos no existir.

Siempre, o casi siempre que se habla de prostitución, se sobreentiende que hablamos de mujeres, de putas. Ni se nos pasa por la cabeza cuando leemos algún artículo sobre prostitución o escuchamos alguna noticia sobre trabajo sexual que pueda tratarse de hombres, de putos o chaperos. No existimos en los medios de comunicación ni para la sociedad.

No solo hablo además de gays que se prostituyen con otros gays sino que además debido a la grave crisis económica nos encontramos con hombres heteros parados, sin ingresos que deciden prostituirse con otros hombres, cosa que supone en muchos casos un doble estigma o un doble trauma ,el de prostituirse y el de acceder a mantener relaciones sexuales por dinero con otros
hombres cambiando así por lo menos de cara a su subsistencia su orientación sexual y muchas veces es algo que no logran asimilar y les provoca un gran conflicto psicológico,

También no se nos olvide que dentro de la prostitución masculina están los gigolos, es decir hombres que se acuestan con mujeres a cambio de dinero. Son como los chaperos, poco conocidos e ignorados en los medios. En este caso muchas veces de lo poco que  sale es en plan demasiado cómico ridiculizando a estos profesionales, ya sea en series de tv o en peliculas de humor, en las que cualquier gañán sirve para esta actividad y lo ponen como un medio rápido y cómodo de ganar dinero sin valorar nada mas que las ganas de follar y que siempre van a encontrar mujeres dispuestas a follar por dinero.

Somos invisibles: la prostitución masculina no existe o es marginal. Tenemos un doble estigma el de ser trabajadores del sexo, con todo lo que eso conlleva ,y el no existir para la sociedad.

Os puedo poner un ejemplo muy claro que pasa en una ciudad como Madrid: toda la gente que vive o que va a Madrid sabe por dónde se ponen las putas y en qué zonas, son muy visibles y están localizadas las que trabajan en las calles , dónde están los clubs, etc…Pero ¿sabe la gente dónde se ponen los chaperos o dónde hay pisos de chaperos o ni siquiera se lo plantean? Os puedo decir que también trabajan en la calle y en sitios céntricos pero curiosamente la gente no los ve.

Si nos fijamos en otros síntomas también podemos comprobar que jamás se habla de redes de tratas de “hombres” (que también existe en algunos países) ni de la precariedad laboral en la que muchas veces trabajamos (al aire libre, en habitaciones cutres. no todo es color de rosa) ni de la muerte de un puto ni de los riesgos de padecer una ITS aunque estemos todes expuestos a ellas, ni de las agresiones que sufrimos en nuestro trabajo igual que algunas mujeres. Es decir: corremos peligros parecidos a los de las trabajadoras sexuales, con el inconveniente de nuestra supuesta inexistencia o, mejor dicho, de nuestra invisibilidad.

Por suerte para nosotros, el sector feminista abolicionista no se mete con nosotros ,porque no somos mujeres sometidas a un yugo heteropatriarcal que nos oprima o nos lleve a prostituirnos.

Sin embargo, me hace gracia ,cuando oigo que los putos somos unos viciosos -y más, si somos gays- y que follamos por  promiscuidad o nos aprovechamos de otros sacándoles el dinero, estafándoles o robándoles, debe ser porque somos así de malos y perversos. No sé en qué momento la gente, a pesar de estar en el siglo.XXI, sigue sin entender que cuando existe una relación mercantil contractual entre dos personas (una chapa) mayores de edad y de mutuo acuerdo no es delito o un robo sino sencillamente un polvo a cambio de dinero con consentimiento por ambas partes. Quiero decir con ello que no somos un colectivo de ladrones (hombre: ¡ladronxs los hay en todas las actividades laborales!) sino que estamos ejerciendo una actividad laboral no reconocida y socialmente estigmatizada.

En algunas asociaciones de Trabajadorxs del Sexo ya se está integrando a hombres del sector, y es un gran paso que ayuda a nuestra visibilización, pero creo que en gran parte somos también nosotros, los propios putos, los que debemos darnos a conocer, participar en asociaciones y hacer que nuestro colectivo exista para la sociedad y seamos visibles.Por citar solo alguno de estos colectivos puedo hablar de Aprosex,Hetaira ……y Colectivo Caye de Asturias en el que estoy formando parte de su puesta en marcha.

Hace poco, a través de mi perfil profesional ,contactó conmigo un joven que quería hacer un estudio sobre nosotros los chaperos, preguntando si me gustaría tener una entrevista con él para poder ayudarle en su estudio de investigación y accedí.

En dicha entrevista, él mismo me comentaba la dificultad que había encontrado para encontrar trabajadores sexuales que quisieran colaborar y responder a una serie de preguntas – la verdad, nada comprometidas- en el terreno personal sobre el colectivo del que formo parte como puto.

Somos nosotros los primeros que debemos intentar ser visibles: que se nos tenga en cuenta y se sepa de nuestra existencia.

No podemos ni deberíamos dejar que se nos siga ocultando no sólo por parte de los medios sino incluso por nosotros mismos.

Somos tan reales como lo son nuestras compañeras putas y debemos unirnos para poder luchar por poder trabajar, igual que ellas, dados de alta teniendo nuestros derechos y darnos cuenta que siendo visibles y formando parte de colectivos que nos representen podremos tener más opciones a la hora de conseguir poder trabajar saliendo de la clandestinidad y del oscurantismo en el que estamos ahora.

Escribir en  «modo «primera persona  ayuda a entender todo mucho mejor y poder ponernos en la piel del escritor o de determinado colectivo como puede ser en este caso el de Trabajadorxs del Sexo.

Es más facil intentar leerlo siendo nosotros «lxs protagonistas » que solamente leer sin llegar a pensar que somos o podemos llegar a ser nosotres los que estamos en la piel del o la protagonista del texto .

PD:Atreveros a dejar vuestros comentarios.

Artículo de Lucas Master

(Lord_Storm)

PD:Doy la autorización expresa para que este artículo lo puedan copiar Colectivos o Asociaciones de Trabajadorxs del Sexo.

 

5 Comments on “Los putos también existimos”

  1. Olá! Me gustaría traducir tu texto a «galego» y publicarlo tal cual en mi blog para ayudar a difundir lo que aquí cuentas. No soy de ningún colectivo ni asociación de trabajadorxs del sexo y es por eso que te escribo este comentario para solicitar tu permiso. Este es mi blog por si quieres saber de que va: https://ogajeironagavea.wordpress.com/

  2. Pingback: “Os putos tamém existimos” Artigo de Lucas Master (Lord_Storm) | ogajeironagavea

  3. Genial, estoy contigo. Creo que hay que visibilizar a los trabajadores del sexo masculinos porque muchas veces la gente se imagina lo que desconoce.
    He participado en varios programas de radio en los que han mostrado interés por contactar con alguno, ¿te interesaría participar? También, en colaboración con varias asociaciones y en particular con una socióloga muy interesada en el tema, tenemos previsto realizar a medio plazo una charla probablemente en una Universidad. Si te interesa será un placer contar contigo.
    Puedes contactarme en
    defensadelaprostitucion@gmail.com

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