El mito del Ave Fénix relata la historia de un ave capaz de renacer de sus propias cenizas. Es un símbolo universal de la muerte generada por el fuego, la resurrección, la inmortalidad y el sol. También representa la de delicadeza ya que vive solo del rocío sin lastimar a ninguna criatura viviente.
El origen del ave Fénix se remonta a Libia y Etiopía, aunque su nombre proviene del griego y significa rojo. Representado como un enorme pájaro envuelto en llamas y de plumaje como el fuego, se lo consideraba un semidiós, pues era consumido por las llamas, para luego renacer de sus cenizas.
Como se trata de una historia ampliamente difundida, aparece con diferentes versiones en tradiciones distantes en el espacio geográfico.
El Ave Fénix tiene sus representaciones en diferentes culturas, como la china (el Fêng-Huang), la japonesa (el Ho-oo), la rusa ( El Pájaro de Fuego , que inmortalizara musicalmente Stravinsky), la Egipcia (el Benu), la hindú (el Garuda), e incluso en los indios de norteamérica (el Yel), o los Aztecas, Mayas y Toltecas (el Quetzal)
Muy presente en la poesía árabe. Incluso la Iglesia católica posee una relación con el ave Fénix, los cristianos creían que el ave era un símbolo de la resurrección de Cristo. Se dijo en su momento que las cenizas del Fénix eran tan poderosas, que podrían incluso resucitar a los muertos.
En China se pronuncia como Feng Huang. Feng significa el pájaro macho y Huang hembra. Feng y Huang vuelan en conjunto y significan la armonía matrimonial. Por este motivo, en las habitaciones nupciales suele pintarse algunos motivos del fénix volando.
Un poema chino dice así: Viene un ave de cinco colores que se llama Fénix. No se le ve en mil otoños, pero cuando él aparezca, el Estado prosperará.
También en la India, aparece una versión local de mito del Fenix: se trata de una ave que al alcanzar 500 años de vida se inmola en vísperas de la primavera en un altar que ha sido especialmente preparado para tal fin por un sacerdote. Pero es la misma ave la que enciende el fuego. Al día siguiente, entre las cenizas, una larva aparece que luego se transforma en un pequeño pájaro. En la tercera jornada, otra vez puede reconocerse al Fenix que regresa a su lugar de origen.
En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol.El ave Fénix no deja de ser una representación corporea de una máxima reflejada en la Tabla Esmeralda.»Nada se crea ni se destruye , todo se transforma»
Forma parte del simbolismo de la alquimia, por el renacimiento a través del fuego. En efecto, ésta ave mitológica, en la leyenda medieval del fenix, vive en Arabia, pero vuela a Egipto el hogar de la alquimia, para sufrir su muerte ritual y regeneración. En esta versión, se trata de un ave púrpura o roja que al envejecer construye una pira de madera y especias para arrojarse en su interior. Los rayos del sol encienden el fuego y el pájaro aviva la llama utilizando sus alas hasta consumirse en su totalidad. Luego, un nuevo Fenix nace de las cenizas dejadas por el fuego.
Probablemente la leyenda del Fénix pasó de la tradición egipcia a la grecorromana a través del historiador Heródoto (484-425 a. C.), quien cuenta en sus historias que viajó a Egipto y también conoció a los sacerdotes egipcios de Heliópolis..Esta sagrada ave viajaba a Egipto cada quinientos años, y aparecía en la ciudad de Heliópolis, llevando sobre sus hombros el cadáver de su padre, a donde este iba a morir, para depositarlo en la puerta del templo del Sol.
«Otra ave sagrada hay allí que sólo he visto en pintura, cuyo nombre es el de fénix. Raras son, en efecto, las veces que se deja ver, y tan de tarde en tarde, que según los de Heliópolis sólo viene al Egipto cada quinientos años a saber cuándo fallece su padre. Si en su tamaño y conformación es tal como la describen, su mote y figura son muy parecidas a las del águila, y sus plumas en parte doradas, en parte de color de carmesí. Tales son los prodigios que de ella nos cuentan, que aunque para mi poco dignos de fe, no omitiré el referirlos.
Para trasladar el cadáver de su padre desde la Arabia al templo del Sol, se vale de la siguiente maniobra: forma ante todo un huevo sólido de mirra, tan grande cuanto sus fuerzas alcancen para llevarlo, probando su peso después de formado para experimentar si es con ellas compatible; va después vaciándolo hasta abrir un hueco donde pueda encerrar el cadáver de su padre; el cual ajusta con otra porción de mirra y atesta de ella la concavidad, hasta que el peso del huevo preñado con el cadáver iguale al que cuando sólido tenía; cierra después la abertura, carga con su huevo, y lo lleva al templo del Sol en Egipto. He aquí, sea lo que fuere, lo que de aquel pájaro refieren.»
Heródoto.3
Y hasta Plinio la incluirá en su Historia Natural, describiéndola como una águila grande que posee un collar dorado al rededor de su cuello, cuerpo color púrpura y cola azul con algunas plumas rosadas a la cual nadie jamás vio alimentarse. Estimó su longevidad en unos quinientos cuarenta años y explicó su regeneración se debía a que de los huesos y la médula del Fenix muerto nacen una suerte de gusanos.
En México, el Fenix aparece siempre en compañía del gran dios Quetzalcoatl y para los primeros cristianos, simbolizaba a Cristo, siendo alegoría de su muerte y resurrección.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave Fénix, siempre única y eterna. El ave Fénix es muy fuerte, hasta el punto de cargar incluso elefantes.
Se dice que en el Edén originario, debajo del Árbol del Bien y del Mal, floreció un arbusto de rosas. Allí, junto a la primera rosa, nació un pájaro, de bello plumaje y un canto incomparable, y cuyos principios le convirtieron en el único ser que no quiso probar las frutas del Árbol.
Por ello al arder a causa de la esquirla de la espada llameante del arcángel encargado de la expulsión de Adan y Eva, se le concedieron entre otros dones el de la inmortalidad, teniendo la capacidad de renacer de sus propias cenizas, la virtud de que sus lágrimas fueran curativas y algunos otros poderes que también varían según la versión de la cultura del mito.
Pero, de las propias llamas, surgió una nueva ave, el Fénix, con un plumaje inigualable, alas de color escarlata y cuerpo dorado. Algunas fábulas lo sitúan posteriormente en Arabia, donde habitaba cerca de un pozo de aguas frescas y se bañaba todos los días entonando una melodía tan bella, que hacía que el Dios Sol detuviera su carro para escucharle.
La inmortalidad, fue el premio a su fidelidad al precepto divino, junto a otras cualidades como el conocimiento, la capacidad curativa de sus lágrimas, o su increíble fuerza. A lo largo de sus múltiples vidas, su misión es transmitir el saber que atesora desde su origen al pie del Árbol del Bien y del Mal, y servir de inspiración en sus trabajos a los buscadores del conocimiento, tanto artistas como científicos.
Su cronología vital varía con la adaptación del mito. Así, cada 100, 500, 540 (y en algunas leyendas, incluso 1461 ó 12994 años),
Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas. El ave Fénix también tiene el poder de transformarse en un pájaro de fuego, y es del tamaño de un águila. Por su muerte de manera diferente, el ave Fénix se ha convertido en un símbolo de fuerza, de purificación, de inmortalidad y de renacimiento físico y espiritual, siendo una de las grandes figuras hechas en los tatuajes.
Como curiosidad o anécdota voy a añadir que existe una Revista Musical Española compuesta por Francis López que se estrenó en el Teatro Maravillas de Madrid en 1956 y protagonizada por Celia Gamez titulada “El aguila de Fuego” que esta inspirado en esta mítica ave.
La obra se estrenó con Celia Gámez al frente del reparto, acompañada por Lalo Maura, Manolito Díaz, Olvido Rodríguez, Pepe Bárcenas y Licia Calderón.
La versión para Televisión española, del espacio La comedia musical española (1985), estuvo protagonizada por Concha Velasco, Paco Valladares, Pedro Osinaga, Rosa Valenty, Mayrata O’Wisiedo y Francisco Cecilio.
Para los seguidores de la literatura fantástica ,y mas concretamente de los libros de Harry Potter cabe recordar que esta ave sale también en varios de los libros , ya que uno de los personajes, concretamente el director de la Escuela de Magia ,el profesor Dumbledore ,tiene un Ave Fénix que en una de las novelas muere y resurge de sus cenizas, y en otra sus lagrimas ejercen el poder de curación.Las varitas mágicas de Harry Potter y de Lord Voldemort tienen en su núcleo una pluma de esta mítica ave.
Lo cierto es que este hermoso animal, existiera o no, nos permite traspasar aquella barrera que nos invita a encontrar la esperanza que la historia nos ha contado, esa esperanza que nunca debe morir en el hombre, porque cuando tengamos la creencia que estamos en las cenizas, resurgiremos de ellas renaciendo con más fuerza.Es un animal con el que me siento muy identificado porque en parte y, como decía en un post anterior, me considero un ave Fénix, porque a pesar de las adversidades, y de estados de bajón , me he reinventado muchas veces a mi mismo resurgiendo de mi yo anterior, resurgiendo con más fuerza y con mayor creencia en mi nuevo YO.
One Comment on “El Ave Fénix-Mitología”
muy bueno el escrito, se nota que te lo curraste
sigue así campeón