Nunca he practicado cruising y creo que es difícil que me de por ahí, más que nada porque uno conoce sus limitaciones y sabe que hay cosas que es incapaz. Lo más parecido ha sido un polvete en mitad de una huerta y eso ya lo contaré algún día. Pero quiero romper una lanza ante la doble moral del Exmo. Ayuntamiento de la capital nazarí .
Leía ayer en el Diario Ideal la noticia de que los vecinos de un distrito de mi ciudad natal se quejaban de que tal práctica se llevaba a cabo en las inmediaciones de la planta de Puleva (algo que no es nuevo pues lo recuerdo como una de las primeras cosas que me enteré sobre el mundo LGTBI) y que eso había llevado a momentos de tensión. Me sorprende que los vecinos de ese distrito, en donde está la mayor discoteca de la capital así como el botellódromo(un recinto donde el Ayuntamiento permite los botellones) no se quejen de algo que he vivido día a día como vecino de aquella zona: parejas heterosexuales follando en parques, sobre capós o en portales.
Intuyo una doble moral, usada hábilmente por una edil que se ha cubierto de gloria con un fallido sistema de transporte urbano, que viene muy bien para tapar problemas graves frutos de una gestión nefasta. La respuesta de la edil ha sido sencilla: incrementar la policía y animar a los vecinos a que denuncien cuando vean a la gente hacer cruising, pero no dice nada de aquellas parejas heterosexuales que salen de la disco o del botellón, lo verá como algo natural… Se supone que incrementando la represión se acaba con el problema pero quiero exponer una serie de puntos que no sé si se han planteado:
- -El cruising o cancaneo, en un primer momento, surge como una válvula de escape de la represión, justo eso es lo que genera que en su día se hiciera habitual. Por cierto, ceñirlo a los “homosexuales” es risible pues conozco bastante “heterosexuales”, padres de familia, que usan tal válvula para una sexualidad no del todo asumida.
- -No sé si no se menciona el dogging (cancaneo heterosexual) por desconocimiento o porque, tal y como se advierte en el texto, se ciñe el asunto sólo a la comunidad LGTBI. Digo yo, porque el tema del Llano de la Perdiz ni mencionarlo.
- -Por otro lado está el hecho de que cada quién tiene derecho a gestionarse el morbo como le de la gana: hay quien le da morbo tal práctica y está en su pleno derecho a ir por la calle e intercambiar miradas con quien le de la gana. Faltaría más, otro ejemplo más como los ultraliberales en lo económico son verdaderos estalinistas en lo moral. Otro asunto es el tema de mantener o no relaciones sexuales en la calle, lo cual no esta prohibido en sentido extricto, si que hay una ordenanza municipal sobre exhibicionismo por la cual pudiera haber algún tipo de multa.
- -Incrementar el control policial, justo en una zona donde sí hay caminos que se usan para correr o pasear perros, con el único fin de perseguir el crusing es digno de Irán y su policía. Que a todo esto, a más represión más morbo para algunos, con lo cual se cambiará el lugar a otros sitios también conocidos de la Capital como el Paseo de los Basilios, Salón o Corte Inglés…
- -Generar alerta ciudadana sobre prácticas sexuales en un distrito y avivar el fuego no sólo genera la creación de prejuicios y la difusión de clichés, atenta gravemente hacia todo un movimiento antihomofobia y en pro de la integración que llevan años haciendo colectivos y asociaciones. Es decir, un gobierno constitucional elegido democráticamente no puede atentar contra el principio de igualdad echando leña al fuego de la homofobia y la caza de brujas.
Finalmente acabar con una reflexión, con la cual se puede estar o no de acuerdo y en la cual puedo equivocarme: con el auge de redes sociales, aplicaciones, páginas de contactos… El que hace cruising es porque le va la marcha, y… ¡Me encanta que le vaya! Pero de igual manera que me encanta que una pareja de chavales salga de la disco de al lado y se peguen el lote (eso sí, coño, no me dejéis el portal hecho un asco). Pero todo ha de tener su protección “Sin globito no hay fiesta” y lo demás es cuestión ya no de la práctica sino del lugar elegido, gestión en la que creo que sí es obligación de un ayuntamiento no obviar realidades y facilitar que, al igual que no se puede acabar con el botellón y se hace un botellódromo, haya zonas donde ciertas prácticas que existen (porque siempre las ha habido) puedan llevarse a cabo, con su WC portatil y unidad de información sobre las venéreas, etc.. Pero quizás esté pidiéndole peras al olmo.
Como siempre dar las gracias a http://fil0gelos.net/ porque es un post que EL publico hace meses y que me limito a copiar literalmente de SU página como siempre con su permiso.Gracias a todos los que me ayudáis de una manera o de otra y nos enseñáis a todos vuestras vivencias o pensamientos.
Como siempre espero vuestros comentarios aquí o en fb.
Nota:Aunque este post surgiera a raíz de un tema de Granada se da en todas las ciudades españolas.Por si alguien no capta lo de la capital nazari.
One Comment on “En defensa del Cruising”
Últimamente estamos asistiendo en los medios de comunicación a un verdadero ataque a los lugares de cruising, de cruising gay, claro… porque con los sitios heterosexuales de toda la vida no se meten. Soy un firme defensor del cruising, con las protecciones que todos debemos tomar y la discreción de hacerlo en sitios donde no se perturbe a nadie, como siempre ha sido. ¡Gracias por tu entrada!