El espejo

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Esta especie que hemos tenido a bien llamar humana suele tener la tendencia a los artificios. Si no fuera por ello, el homo habilis no hubiera destacado de entre otros homínidos y no existiríamos como especie. El homo sapiens sapiens suele jactarse de que pocos animales y nosotros somos los únicos que nos reconocemos en un espejo pero ¿es cierto eso?.

Si bien nuestros antecesores ya descubrieron cómo ingeniárselas para hacer fuego, nosotros sabemos ingeniárnoslas para creer que hacemos fuego. El ser humano cuando se mira en el espejo ve dos cosas: una reflejo bidemensional de nuestra realidad tridimensional y lo que esa persona quiere ver de sí mismo.

No son pocos los trastornos que padece la gente frutos de los engaños del espejo en conjunción con los de la mente :anorexia, vigorexia, etc. Pero hay otros, mucho más profundos que apenas percibimos y que son clavos en nuestro ataúd como individuos libres: los engaños del ego.

Como especie tenemos la manía de ver en el espejo aquello que deseamos ver y pocas veces vemos aquello que somos, nos cuesta mucho asumirnos como H o J lejos de máscaras o de las imágenes mentales que nos hemos creado de nosotros mismos. No sólo engañamos a los demás sino que además vivimos en un autoengaño fruto de ser incapaces de mirar más allá del reflejo. Somos actores a los que fagocitan los personajes.

El verse a uno mismo lejos de artificios es uno de los actos más difíciles a los que un ser humano puede enfrentarse, de modo instintivo llegamos a culpar a la luz, la disposición, circunstancias, del espejo para obviar lo evidente: normalmente somos algo que nos cuesta asumir más a nosotros que a los demás. El ego nos engaña una y otra vez y cuando recibimos una nota de atención o descubrimos que no somos lo que queremos ver pasamos a un ego sobredimensionado que se transforma en la egolatría rodeada del TÚ. Es lo más fácil.

¿Acaso no es comodísimo pensar que somos víctimas de circunstancias y que todo aquello que no sale como queremos es fruto del tú en vez del yo?. ¿Para qué vamos a cambiar si el TÚ es el culpable de todo y el EGO sigue viéndose en el espejo como lo que cree que es?. Ante estas dudas, incontestables porque cada quién es un mundo, pueden surgir diferentes reacciones pero desafortunadamente solemos estar tan mal educados en lo emocional que suele terminar en un ego que nos juega una mala pasada, a veces con una falsa humildad al ver su error, pero que termina volviendo a las andadas en cuanto ve que el TÚ es más cómodo que el YO.

Uno de los actos más bellos que he visto en mi vida es una persona ante un espejo rodeado de gente que le desea el bien y con la premisa de “conócete a ti mismo”. Acto que no es más que la alegoría de la lucha contra el ego, una lucha que no consiste en suprimirlo o convertirlo en falsa humildad sino en sublimarlo y hacer que pase de un estado que nos ancla a unas limitaciones a otro donde nuestras acciones no nos pertenecen o no alimentan nuestro yo, sino el nosotros.

Es pues el espejo más que una superficie pulida una actitud frente a la vida, se nos romperá en añicos muchas veces y hemos de tener cuidado de no herirnos al recomponerlo pero mediante el ejercicio de vernos a nosotros mismos quizás podamos comprender y,principalmente, respetar a los demás tal y como son, con sus espejos y sus engaños del ego ya que al estar en la búsqueda de la sublimación del ego pasamos del Yo y el Tú al nosotros y por ende comprendemos que lo que es en lo demás es en nosotros y viceversa

Gracias de nuevo a una gran persona y un gran amigo, no de los que están todo el día diciendo que lo son ,sino demostrándolo una y otra vez cuando lo necesitas como es Filogelos (Herminio) o como queramos llamarle por haberme dejado compartir esta entrada integra de su blog

http://fil0gelos.net/

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