Origen de los Reyes Magos

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Se acerca la Noche de Reyes, y qué mejor ocasión para recordar la verdadera historia de estos tres pintorescos personajes, que durante la madrugada de todos los 6 de enero, recorren el mundo a caballo dejando regalos en los zapatos de los niños. La historia de los Reyes Magos es de fuerte tradición católica, por eso en los países donde no hay una gran presencia de esta religión, sus figuras son más simbólicas que otra cosa.

Los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos) es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra:. Estos elementos, son más simbólicos de lo que parece a simple vista para la tradición católica.

En primer lugar, el oro es un regalo a Jesús entendido como Rey, ya que el oro era el regalo habitual que se destinaba a los reyes de la época. El incienso era un regalo para Jesús entendido como Dios, debido a que se quemaba en los templos en honor a los dioses. Finalmente la mirra, es entendido como un regalo para el Jesús hombre, ya que era la sustancia con la que se embalsamaba a los muertos en la época.

De esta forma, los tres regalos estarían constituyendo los tres perfiles de Jesús, como Rey (de los judíos), como Dios y finalmente como hombre.

Los Evangelios solo hablan de «magos», en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres (número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos). Estas creencias fueron agregadas varios siglos después y se han mantenido en la tradición popular.

La palabra «mago», proviene del elamita ma-ku-ish-ti, que ―pasando por el persa ma-gu-u-sha y por el acadio ma-gu-shu3 llegó al griegocomo μαγός (magós, plural: μαγοι, magoi) y de ahí al latín magi, /mágui/ (cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al español.

Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo (521-486 a. C.) La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de reyes) quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «rey de los judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia ―como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia (de Tomás)) del siglo II― son sin embargo más ricas en detalles. En ese mismo evangelio apócrifo se dice que tenían algún vínculo familiar, y también que llegaron con tres legiones de soldados: una de Persia, otra de Babilonia y otra de Asia.

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre, en el siglo XV, Petrus de Natalibus fijó que Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Es poco lo que el Evangelio de Mateo menciona sobre los Magos de Oriente. En particular, no menciona un número específico de ellos aunque sí se menciona que entregaron tres regalos.

Si bien parece contradictorio que practicantes de la magia (severamente amonestada tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento) sean admitidos como adoradores de Jesús, hay que tener en cuenta que el término griego magós no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros. Se utiliza, en este caso, para referirse a ‘hombres sabios’ (así se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés) o, más específicamente, hombres de ciencia. De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras (Mateo 2:5-6). Es posible que estos magos pertenecieran a la religión zoroastra.

Mateo no deja ver que fueran astrólogos que conocieran con precisión el movimiento de alguna estrella (2:7) a pesar de ser esta la creencia general. Aunque bien intencionados, su visita es causa de turbación general y despierta la desconfianza de Herodes (2:3), pues veía al nuevo Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías (2:8) con el fin de poder, así, acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan eso, encuentran al Niño, lo adoran y obsequian oro, incienso y mirra (2:11). Un ángel previene a los magos de las intenciones que Herodes guardaba (2:12), así que no regresan donde él. Iracundo, el rey manda a matar a todos los niños menores de dos años. Para entonces, José ha sido avisado en sueños (2:13) de que debe huir a Egipto con los suyos. Parece ser que, solo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.

A partir de ese relato, se han ido elaborando numerosas leyendas sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras, incluyendo el presunto estatus real.

Otra leyenda cuenta que después de la Resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba (India), que fueron bautizados y que se les consagró obispos; después fueron martirizados en el año 70 y fueron depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, las trasladó a Colonia, donde hoy reposan sus cenizas con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia.

Actualmente en la catedral de Colonia, se veneran los supuestos restos de los Reyes Magos en una urna dorada colocada en el altar mayor.

Relicario Reyes Magos

También existen otras  interpretaciones astrológicas y cabalísticas sobre la figura de los Reyes Magos.

Según la interpretación ofrecida por Eric Rodríguez, se tiene lo siguiente:

Ya el término griego μάγος había caído en un uso peyorativo o deteriorado desde al menos el siglo tercero antes de Cristo  por la extracción de su origen y contexto cultural, y que es como se usa aún en la época del Nuevo testamento . No obstante, en el texto ¿original? griego de Mateo 2:1 dice:

“… ἰδοὺ μάγοι ἀπὸ ἀνατολῶν παρεγένοντο εἰς Ἱεροσόλυμα”. “…he aquí (unos) Magos desde Oriente se encontraban por Jerusalén”.

Mateo (2:1)

A diferencia de los magos que ya se encontraban dispersos en tierra de Israel y todo el mundo helénico, el énfasis que se emplea al decir “de Oriente”, marca un cambio de connotación: el autor busca traer a la mente un personaje asociado con el Oriente, diferente a los sabios convencionales de Israel (rabinos), que conociera además las profecías mesiánicas y que fuera autoridad bíblica para el lector judío (ya que se acepta a nivel general que el Evangelio de Mateo fue escrito para hebreos y aún en lengua hebrea según el testimonio de casi todos los padres de la iglesia).

Hay que tener en cuenta además qué significaba el Oriente para los judíos: Pues bien, no era otra cosa que Babilonia, pues hasta Damasco, se consideraba parte de la tierra de Israel.Pues bien, la figura que tratamos de presentar, podría corresponder a un título muy particular en arameo: מדנחאי Medinja’ey, o “Doctores Babilónicos de la tradición oral” que perduraría en escuela hasta entrado el siglo octavo D.C. en Babilonia y quienes conociendo la interpretación de lo dicho en Números 24:17 (cf. Tárgum de Onqlós/Onkelos sobre este pasaje), habrían sido guiados por el dios Yahvé hasta el Mesías, no según la famosa estrella como hasta ahora se ha entendido, sino que esa estrella era el mismo Mesías según el lenguaje judío y midráshico contemporáneo.

Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos:

Si bien la Biblia explica que fueron tres los regalos otorgados por los magos al Niño Jesús, la primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la da Orígenes, un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV. En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad. Con respecto a los nombres de los reyes (Melchor, Gaspar y Baltasar) las primeras referencias parecen remontarse al siglo V a través de dos textos, el primero titulado Excerpta latina bárbari, en el que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea. y en otro evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la infancia, donde se les llama Balthazar, Melkon y Gaspard. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca.

A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de «Melchor», «Gaspar» y «Baltasar», que supuestamente equivalen en griego a «Appellicon», «Amerín» y «Damascón» y en hebreo a «Magalath», «Serakin» y «Galgalath».El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassa

Doce reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

Con el tiempo, en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.

El día 6 de enero es festivo en España, México, Puerto Rico, República Dominicana, Paraguay Uruguay, Colombia y Venezuela.

En algunos lugares, las autoridades organizan la llamada Cabalgata de Reyes el día 5 de enero, durante la cual los personajes suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con mantos y coronas, en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida. En la mayoría de sitios donde sale la cabalgata, aparte de ir en ella los Reyes Magos, también hay carrozas de otros temas y distintos personajes, como pueden ser personajes infantiles y demás. Ese día los niños disfrutan sus obsequios.

En 1885, el Gobierno de España convocó una cabalgata para honrar esta festividad tan especial que desde entonces se celebra en Alcoy y es la más antigua documentada. Mientras que las escrituras tradicionales cuentan que le regalaron mirra, oro e incienso al Niño Jesús, en estos tiempos los Reyes son más proclives a traer caramelos y regalos más prácticos. Sin embargo, se mantiene como una emotiva tradición y es la cabalgata más larga de España.

Los datos a continuación son sacados del blog de Oscar que me ha dado su permiso para copiar lo relativo a dicha tradición:

http://alcoyhistoriaytradiciones.blogspot.com.es/2009/09/la-cabalgata-de-los-suenos.html

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Pasada la navidad, la ciudad vive con inquietud los preliminares de la festividad de la Epifanía. Pero antes que Alcoy quede atrapado por la magia de la Cabalgata de Reyes Magos «aquella fastuosa representación que inventaron los alcoyanos ahora hace 130 años», el programa incluye un acto singular dedicado a la infancia, llamado «Les Pastoretes», en el que un grupo de niños y niñas ataviados con vestidos de pastores desfilan con sus ramaderias para acudir a el establo y obsequiárselos al niño Jesús.

Acto de les Pastoretes

La celebración de esta cabalgata infantil data del año 1889. Actualmente se celebra la mañana del domingo o el día festivo anterior del 5 de enero, transcurre por la calle San Nicolás y acaba en la Plaza de España, al lado del Nacimiento de un Belen viviente.

Los músicos de la Corporación Musical Primitiva interpretan para la ocasión una partitura inspirada en los antiguos villancicos y canciones populares, que evocan los aromas de estas tierras.

«L’Entrà dels Reis» es el título de esta pieza musical que fue escrita por el músico alcoyano Camilo Pérez Monllor para las fiestas de los Reyes Magos. El autor la dedico en 1913 a la Sociedad «El Panerot», entidad pionera e inspiradora de la Cabalgata de los Reyes Magos.

Los bailes populares, las ramaderias de ovejas y diversos carros adornados con verdes enramadas, completan el desfile infantil en que los niños dan al público aleluyas con versos que evocan el nacimiento de Jesús en el Portal de Belen.

Los primeros días pasados del calendario de un año nuevo nos advierten de la proximidad de una fecha que para nosotros representa un encuentro con la tradición. En el ambiente se nota una cierta inquietud y también una especial complicidad entre la gente: La ciudad prepara la visita de los Reyes Magos. Y lo anuncia y lo pregona un original telegrama, parecido al que ya desde 1887 se situaba en la fachada de la oficina de correos.

Por la noche del día 4 de enero un emisario de sus Majestades recorre las calles de la ciudad para anunciar la llegada de los Reyes Magos que, después de largas jornadas de viaje desde el Oriente, han llegado para ofrecer sus presentes al Niño de Dios, ofrenda que se renueva desde hace mas de 2000 años.

El Embajador Real de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente

Una atmósfera de misterio envuelve el séquito del Embajador, el personaje que desde su carroza recita unos versos, reclamados en valenciano, los cuales son un mensaje de esperanza que revive la ilusión de los más pequeños. Es el Bando de sus Majestades, un acto que desde 1924 se repite en Alcoy como preludio de la Cabalgata.

Mientras la comitiva recorre la ciudad, ya ha caído la noche, y se entre ve en la lejanía de la montaña la luz cálida de las hogueras del campamento que espera la llegada de la caravana regia. La expectación y la intranquilidad crecen entre el público infantil. Difícil será para muchos coger el sueño esa noche.

Al final de este sencillo séquito que acompaña en su recorrido al Embajador, se incorporan unas burritas que llevan en sus lomos unos buzones, en los cuales los niños depositan las cartas que han escrito a los Reyes Magos, en las cuales piden los juguetes de sus sueños, con la esperanza que al día siguiente serán atendidos. Sin duda, es la parte más original, atractiva y esperada del Bando Real.

Las tradicionales burritas con sus buzones

La luz de la tarde penetra débilmente por la abertura del Barranc de Cinc, la imagen de la montaña de Sant Cristòfol refleja la luz y el calor de un pueblo que se prepara para vivir una noche mágica. Una estrella guía el camino de la caravana y se para sobre la ciudad, como lo está haciendo cada 5 de enero desde el año 1885, se viste de fiesta para recibir a los Reyes Magos de Oriente.

Las calles y las plazas observan el precipitado ir y venir de la gente que busca un lugar para presenciar la Cabalgata de la comitiva regia, que cuando empieza a oscurecer comienza desde la zona alta de la población.

Más de 1000 alcoyanos y alcoyanas participan en esta Cabalgata de los Sueños. Pajes y antorcheros, servidores y escoltas, bandas de música y grupos de danzas…. todos conocen su papel y se unen para hacer un esfuerzo para dar calor y brillantez a la visita de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar.

 

Guión de la Cabalgata

Heraldos de la ciudad, timbaleros y trompeteros
Portador de la estrella y 16 antorcheros
Grupo de pueblo, rondalla y baile
Antorcheros y Embajador
Grupo de danzas y 20 antorcheros
Grupo «Soc» pastores, carros, músicos, 16 pajes y 20 antorcheros
1er Rey: Melchor y séquito de 50 personajes: paje, ayudantes, guardias, portadores de ofrendas y abanicos, antorcheros, banda de música y carroza
2ª Rey: Gaspar y séquito «el mismo séquito que el Rey Melchor»
3er Rey: Baltasar y séquito «el mismo séquito que el Rey Melchor»
Pajes negros con escaleras «100 personas» y Camiones de paquetes

Como el ritual lo requiere, el programa de esta magnífica representación se desarrolla pausadamente. Los heraldos de la ciudad anuncian al portador de la estrella que encabeza y guía esta Cabalgata, el itinerario que recorre es más o menos de 2 kilómetros y medio desde el Camí, San Nicolás, Plaza de España, La Avenida del País Valencià, el Puente de María Cristina, el Paseo de Cervantes, la calle de Alzamora, el Puente de San Roque y La Alameda.

Las aceras de las calles, los paseos y plazas, y también hasta el último balcón del recorrido aparecen llenos de público incondicional al cual no le parece y no le importa el frió de esa noche. El espíritu y al calor de la Cabalgata inundan a su paso todos los rincones de Alcoy, y el nerviosismo de los niños, y también de los mayores, se manifiesta cuando aparecen en la escena los primeros pajes, unos personajes inseparables de esta Cabalgata que aquí en Alcoy los llamamos cariñosamente «Els Negres».

Los Reyes Magos avanzan con suntuosidad sobre elegantes camellos, ellos son el centro de atención de miles de miradas y hasta ellos se aproximan los más pequeños para recibir una caricia o un beso.

La luz de las antorchas contribuye a dotar de magia este espectáculo visual que se enriquece y gana en magnificencia con las melodías musicales escritas para la ocasión, que interpretan las 3 bandas de la localidad y diferentes agrupaciones musicales.

Una legión de pajes, «Els Negres», son los encargados de llevar sus regalos a los niños. Y por eso se hacen servir de largas escaleras de mano con las cuales suben a los balcones de las casas. Centenares de paquetes ordenados a los camiones que siguen a la comitiva, llegan a los destinatarios que habían confiado sus encargos a los organizadores.

 

El séquito de los Reyes Magos llega a la Plaza de España y los soberanos bajan de sus cabalgaduras y caminan hacia el Nacimiento. El momento de La Adoración al Niño Jesús es adornado con el efecto de las bengalas distribuidas entre el público y el acto adquiere más solemnidad con los fuegos artificiales y los efectos de megafonía.

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La tradición se ha convertido hoy en más tradición aun, pero principalmente es una prueba de cariño de todo un pueblo por esta fiesta, singular e inigualable, los habitantes son realmente los protagonistas en esta Noche Mágica de la Cabalgata de los Sueños.

En España, es tradicional que los regalos de Navidad a los niños los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero, compitiendo con la reciente introducción de Papá Noel en las costumbres navideñas debido a la influencia de otras culturas. Antes, los niños deben enviar una carta a los reyes enumerando los regalos que quieren y los méritos por los que merecen recibirlos. También es tradición que la noche del 5 de enero los niños dejen sus zapatos en algún lugar de la casa, junto a la puerta, en una ventana; incluso se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos y agua o comida para los camellos. Al día siguiente se encuentran allí los regalos o, en el caso de haber sido malos, carbón en su lugar (se trata de un dulce de feo aspecto pero golosina, al fin y al cabo). En varios países de Hispanoamérica existe la costumbre adoptada de los españoles de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos, bien en la víspera, es decir, a la medianoche del 5 de enero, o en la mañana del 6 de enero (Argentina, México, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay y Uruguay). También se han heredado las costumbres de la carta a los Reyes y el carbón dulce en vez de regalos. La mayoría de los servicios postales aceptan estas cartas.

Al igual que la costumbre anglosajona en torno a Santa Claus, es frecuente que los reyes magos aparezcan en tiendas de regalos y centros comerciales, donde los niños tienen la oportunidad de tomar una foto sentados en sus rodillas y entregar la carta con sus peticiones directamente. La representación consta normalmente de un escenario con tronos y los símbolos característicos, como figuras o dibujos de camellos, la estrella, un buzón y adornos de aspecto oriental. En los tronos es donde se sientan los reyes, habitualmente se trata de empleados caracterizados. En ocasiones se representan los tres reyes de la tradición, pero dependiendo de las circunstancias o el tamaño del escenario, puede incluirse únicamente uno. Además van acompañados de un paje, personaje característico que se encarga de conducir a los niños desde donde esperan con sus padres hasta los reyes y de recoger las cartas.

Es interesante notar que, en tiempo de la colonización española, especialmente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay este día era de asueto para los esclavos negros que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esto origina el nombre de Pascua de los Negros con que el día es aún conocido en algunos países como en Paraguay donde la comunidad Afro paraguaya celebra el día de su santo (San Baltasar).

Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad. Esta costumbre también se ha extendido a países de América Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último día de la temporada navideña. Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía un haba o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España al típico roscón de reyes (también llamado rosca de reyes) que se toma en ese día y que esconde una pequeña sorpresa en su interior. En México, dicha rosca tiene en su interior varios muñecos pequeños de plástico los cuales representan al niño Jesús; aquella persona que en el momento de partir la rosca encuentra alguno de ellos, es encargada de hacer o invitar tamales y atole el 2 de febrero, día de la Candelaria.

En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños corren por el patio recogiendo grama. Ponen la grama en una caja de zapatos y colocan la caja junto a su cama. La grama es usada para alimentar a los camellos. Los reyes entonces dejan regalos en las cajas.

En Perú, ha caído en desuso el dar regalos a los niños en esta fecha. La celebración que se acostumbra es la llamada Bajada de Reyes, que consiste en que una familia o comunidad realiza una pequeña celebración mientras se va desmontando el Nacimiento. Cuando se trata de una comunidad, es costumbre dejar dinero mientras se retiran los adornos y figuras. Esta tradición incluso ha llegado a empresas privadas, las cuales realizan dicha celebración entre los miembros de la misma.

Para acabar solo una curiosidad sobre las distintas representaciones del origen de los Reyes Magos:

Baltasar fue blanco hasta el S.XVI época a partir de la cual se le representó como de raza negra por necesidades estratégicas de la Iglesia.

En el cuadro de La Adoración de Weyden (1455) Baltasar es blanco.

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En el cuadro de La Adoración de Bosch (1510) Baltasar ya es negro.

Adoración de Bosch

6 Comments on “Origen de los Reyes Magos”

  1. Pingback: A hostias con el Koiné I – Filogelos

    1. Gracias Herminio por tu comentario y tu maravilloso articulo.Como tu bien has dicho lo de menos es en este caso las distintas peleas o el idioma sino mas bien el origen de la alegoría de los personajes de los Reyes Magos, que por cierto, no llegaron a adorar al Niño cuando acababa de nacer sino que su camino fue mas largo.Gracias como siempre por tu aportación.

  2. Epifanía significa «manifestación». Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:

    Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)

    Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán

    Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.

    La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera.

    La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: «la virgen ha dado a luz, la luz crece».

    Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.

    Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.

    Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD. La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.

    Los Reyes Magos

    Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

    De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

    El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que «lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis» (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

    1. Como habras visto el numero de Reyes Magos no es algo demasiado aclarado y sin ir mas lejos para los armenios siguen siendo doce. Tambien si nos ponemos a hacerlo de forma cronológica los Reyes en primer lugar tardaron mas de dos años en llegar y en segundo lugar no era invierno.Gracias volveré sobre el tema proximamente

  3. Qué es Epifanía del Señor:

    La Epifanía del Señor es una celebración cristiana. Etimológicamente, la palabra «epifanía» significa «manifestación» y referida al Señor corresponde a los momentos en que Jesús se manifiesta o se revela al mundo. Habitualmente se identifica con el Día de Reyes, sin embargo, en la tradición cristiana existen al menos tres momentos en los que Jesús se manifiesta.
    Epifanía a los Magos de Oriente

    Se celebra el Día de Reyes o Día de los Reyes Magos y se trata de la Epifanía más conocida. Tiene lugar el día 6 de enero y forma parte de las celebraciones litúrgicas de la Navidad. Las celebraciones asociadas a este acontecimiento varían en función de cada país. En algunos lugares de tradición católica es habitual ofrecer regalos y preparar dulces especiales.

    Originariamente, en antiguas culturas orientales se celebraba en esta fecha el aumento de la luz solar tras el solsticio de inverno, como acontemiento asociado a la llegada de la luz y al fin de las tinieblas. La Epifanía a los Magos de Oriente se hizo coincidir con las celebraciones consideradas paganas y que adoraban al sol.

    En la doctrina católica, el niño Jesús se revela ante los Magos, representantes de otras civilizaciones y del mundo pagano, que lo identifican como el Mesías. La llegada de un Salvador había sido anunciada en varios textos del Antiguo Testamento por lo que este momento es de gran importancia.

    El encuentro con Jesús aparece relatado en el Evangelio según San Mateo: “Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra.» (Mt 2:10-11)
    Epifanía a San Juan Bautista durante el Bautismo

    Según la tradición Jesús se manifiesta a los judíos a través de San Juan Bautista durante su Bautismo en el Río Jordán. La revelación de Jesús como Hijo de Dios se relata a través de una paloma que representa al Espíritu Santo.

    Esta manifestación aparece en el Evangelio según San Mateo: «Y Jesús, después de ser bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él. Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco.» (Mt 3:16-17)
    Epifanía a sus discípulos en las Bodas de Caná

    Hace referencia al momento en que Jesús comienza su actividad pública y se manifiesta a través del llamado «milagro de Caná».

    Aparece en el Evangelio según San Juan de esta manera: «Esto que hizo Jesús en Caná de Galilea fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en él.» (Jn 2:11)

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